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Errores de traducción en
campañas publicitarias

En los años 90 Pepsi lanzó una campaña con el eslogan “Come alive with Pepsi” cuyo significado en castellano es “Reanímese con Pepsi”. Sin embargo, esta frase fue traducida para el mercado asiático como “Pepsi traerá a tus antepasados de vuelta de entre los muertos”. Este error de traducción repercutió negativamente en la compañía.

En 2014, lanzó al mercado francés las pulseras tipo esclava. Sin embargo, en Francia, el término “esclava” se entiende como aquel sujeto carente de libertad y sometido a otra persona. Esto causó revuelo entre el público francés y supuso una mancha en la imagen de la marca.

La marca de cigarrillos estadounidense quiso introducir su producto en el mercado japonés mediante el lema “Cuando fumas Salem, te refresca tanto que tu mente parece estar libre y vacía”. Este es un ejemplo de cuando un traductor no ha sabido adaptar el contenido “mente despejada” del mensaje a la lengua de destino.

Electrolux, la marca escandinava especializada en aspiradoras pretendía comercializar sus productos en Estados Unidos con el eslogan “Nothing sucks like an Elextrolux” («Nada aspira como una Electrolux») cuyo reclamo hacía referencia a la gran función de aspiración de sus aspiradoras. Por el contrario, el traductor de la campaña no tuvo en cuenta la connotación negativa del término inglés sucks que puede entenderse como “Nada peor que Electrolux”. Un duro golpe para la compañía.

En 1987, KFC decidió realizar una campaña publicitaria con el objetivo de lanzar sus productos al mercado chino bajo el lema “Finger licking good”. En español esto puede interpretarse como “Para chuparse los dedos”, sin embargo, el público chino lo entendió como “Cómete tus dedos”.

Ford, bajo el eslogan “Cada coche tiene una carrocería de gran calidad”, quiso destacar la gran calidad de sus vehículos. La estrategia falló cuando decidieron acercarse al público belga con el eslogan “Cada coche tiene un cadáver de calidad”. Un error garrafal por parte del traductor.

La marca de cerveza de origen estadounidense quiso introducirse en el mercado español bajo el lema “Turn it lose”, en español “Relájese”. Sin embargo, el uso de traductores automáticos les jugó una mala pasada traduciendo el eslogan como “Suéltalo todo” Cabe destacar que España es un país que destaca por su humor. Esto dio lugar a que el público sustituyese la frase original de la campaña por “Tenga diarrea”.

En 1977, esta empresa dirigió su campaña hacia el público mexicano para promocionar sus nuevos asientos de cuero de primera clase con el eslogan “Fly in leather”. Dicho lema se tradujo como “Vuela en cueros” una expresión con doble sentido que se entiende como volar desnudo.

La empresa especializada en plumas y bolígrafos también quiso comercializar sus productos en el mercado mexicano bajo el eslogan “No te embarazará perdiendo tinta en su bolsillo”. El gran fallo que cometió el traductor fue sustituir erróneamente la palabra embarrased por embarazará.

La marca de productos de cuidado personal llevó a cabo una campaña en Alemania para promocionar su rizador de pelo llamado “Mist Stick”. Su error fue no fijarse en el término mist, que en alemán significa “estiércol”. Este fallo en la traducción viralizó la campaña publicitaria.

Schweppes quiso darse a conocer en Italia y España mediante una campaña que no fue como esperaban. El motivo fue el nombre de la marca Schweppes Tonic Water. Este tuvo que acortarse para que a la hora de pronunciarse no sonase a inodoro

La empresa de vehículos presentó su nuevo modelo al mercado español bajo el nombre “pajero”. A pesar de la controversia, la empresa consiguió corregir el error cambiando el nombre por “montero”.

Una de las marcas más conocidas a nivel mundial cometió un error garrafal en una de sus campañas protagonizada por la expresión “Ke-cou-ke-la” cuyo significado en chino es “Yegua rellena de cera”. Para cuando se dieron cuenta del fallo ya se habían impreso miles de carteles con dicha expresión, aunque la agencia de traducción consiguió solventar la situación sustituyendo la frase por “La felicidad en tu boca”.

Honda, otra empresa especializada en vehículos, quiso promocionar su vehículo, Fitta, en los países nórdicos. El nombre del automóvil supuso un revuelo en Suecia, Dinamarca y Noruega, porque antiguamente la palabra fitta hacía referencia a los genitales femenino. Esta situación empeoró más, ya que la empresa no se percató del fallo y quisieron enfatizar más dicho término mediante la frase “grande por dentro y pequeño por fuera”. Esto desembocó en un cambio radical del nombre del coche, Honda Jazz.

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